ACERO QUIRÚRGICO, ¿TIENE VENTAJAS EN COCINA?

ACERO QUIRÚRGICO, ¿TIENE VENTAJAS EN COCINA?

¿Estás buscando una nueva sartén, una nueva olla o una batería completa para tu cocina? ¿Te han comentado que lo suyo es una batería de acero quirúrgico, pero el coste te hace pensar? En este post te aclaramos todo sobre el acero quirúrgico y el acero de grado alimentario a la hora de cocinar.

El acero quirúrgico es un tipo de acero inoxidable. Aunque no existe una definición formal de acero quirúrgico, generalmente se considera acero inoxidable de grado 316 y 316L, y se caracteriza por tener un alto contenido en cromo (hasta 16%), níquel y molibdeno (2-3%), todo ello combinado con un bajo porcentaje de carbono. Esto lo dota de gran resistencia a la corrosión química por algunos ácidos y por derivados del cloro (como la sal).

El contenido de molibdeno hace que el metal sea más resistente a la corrosión, de ahí su aplicación común para implantes quirúrgicos. Este compuesto también hace que el metal sea más resistente al calor y aumenta la resistencia y durabilidad general del metal a largo plazo y en condiciones extremas.

Acero inoxidable es el término que usamos para describir una aleación de metal hecha predominantemente de hierro y cromo. Para ser clasificado como este metal, debe contener al menos un 10,5 % de cromo y menos de un 1,2 % de carbono u otro metal como titanio, aluminio, níquel y cobre.

El porcentaje de cromo y otros metales dentro de la aleación nos permite clasificar el acero inoxidable. Para que el acero inoxidable se considere seguro para uso en la cocina, debe contener al menos un 16% de cromo, ya que este componente es esencial para prevenir la corrosión.

La mayoría del acero inoxidable utilizado en todo el mundo es de grado 304. Hay varias razones para su popularidad.

PROPIEDADES Y APLICACIONES DEL ACERO INOXIDABLE 304

El acero inoxidable 304 es duradero y resistente a la corrosión y la oxidación, lo que significa que puede soportar exposiciones promedio.

Su punto de fusión oscila entre 1400°C y 1455°C, lo que le permite soportar temperaturas muy elevadas.

El 304 también se valora por su alta resistencia a la tracción, de alrededor de 621 MPa (90 ksi).

La composición química del acero inoxidable 304 de 18% de cromo y 10%-8% de níquel lo convierte en una buena para muchas aplicaciones.

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